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BlogCloudCustomer ExperienceTransformación DigitalEl futuro de las ciudades: ¿qué soluciones pueden ayudar a optimizar la infraestructura? - BGH Tech Partner

3 marzo, 2021

El cambio rápido y en gran medida exitoso para abrazar la tecnología y el trabajo remoto hizo que muchas personas comenzaran a cuestionarse el sentido de vivir e instalarse en las grandes ciudades. Si los líderes de las grandes urbes desean alentarlos a quedarse, deben ofrecer una buena calidad de vida. Y para ello tiene que abordar una serie de desafíos económicos, sociales y ambientales para que las ciudades funcionen sin problemas y beneficien a todos. Para ello es clave la recuperación económica y social, la mitigación del cambio climático y abordar las desigualdades sociales sistémicas.

Tal como se indica en esta nota de la consultora McKinsey, un conector crucial entre estos objetivos es el entorno construido, ya que la infraestructura sirve no solo como un importante creador de empleo, sino como un elemento vital de las grandes urbes. Sin embargo, es difícil para las ciudades hacer cambios a gran escala rápidamente. 

“La buena noticia es que para una amplia variedad de infraestructuras urbanas claves, las nuevas tecnologías permiten soluciones asequibles de alto impacto”, señalan los autores del artículo. En tal sentido se destacan varias oportunidades de inversión para líderes urbanos y socios innovadores potenciales: renovar la infraestructura antigua utilizando superposiciones de nueva tecnología, aprovechar reservas y sistemas de monitoreo para sacar más provecho de la infraestructura y reinventar la forma en que construimos nueva infraestructura.

“Aprovechando las nuevas tecnologías, los líderes urbanos pueden superar obstáculos de larga data y maximizar sus inversiones en infraestructura. Y quizá lo más importante: estas inversiones ayudarán a las ciudades a proporcionar transporte, vivienda, y espacio público de forma eficaz y sostenible”, destacan los autores.

Renovar infraestructura obsoleta

Uno de los desafíos de la infraestructura antigua es que no está construida con las capacidades inteligentes como sensores, sistemas de gestión y interconectividad que requieren los nuevos proyectos. Históricamente, la adaptación de sistemas antiguos ha sido prohibitivamente cara. Sin embargo, varias tecnologías avanzaron  dramáticamente en los últimos años, haciendo que hoy la renovación sea mucho más factible. La miniaturización de bajo costo permite que se implementen desde medidores automáticos de servicios públicos hasta monitores de la calidad del aire en versiones pequeñas y a un costo relativamente menor. Por su parte la comunicación Wi-Fi de bajo consumo habilita a que los dispositivos envíen intermitentemente flujos de datos, como recuentos de ocupación o lecturas de temperatura, de manera que se prolongue la duración de la batería. Y la evolución tanto de los paneles solares como de las  baterías hace que los edificios puedan aprovechar más energía a menor costo.

En conjunto estas y otras tecnologías permiten que la infraestructura existente se pueda volver inteligente mediante una superposición simple y relativamente económica.

Además existen oportunidades similares para usar sensores en sistemas urbanos –como áreas de  estacionamiento, estaciones de subte y parques, y en cualquier lugar donde se necesiten datos de ocupación, consumo de recursos o condición-.

Aprovechar la capacidad existente

El auge de la economía compartida demostró que la información digital sobre la capacidad infrautilizada puede revelar oportunidades para convertir residuos en valor. De la misma manera, “los líderes urbanos pueden adoptar innovaciones que permitan que activos antes ligados a un único uso se utilicen para servir a múltiples propósitos”, sostienen los autores de la nota

Una aplicación de este concepto podría ser el lote de estacionamiento virtual: se pueden crear redes que permitan que los usuarios registrados hagan uso de la gama completa de estacionamiento en un área determinada, tal vez con micropagos para cada propietario. De este  modo se podrían aprovechar los estacionamientos infrautilizados, lo cual a su vez permitiría liberar tierra y espacio de calle para uso público o desarrollo productivo. 

En el sector energético se podría plantear un enfoque similar: crear plantas de energía virtuales distribuidas que respondan a la demanda real o verdaderas unidades de microgeneración. 

Construir lo nuevo a un costo menor

Está demostrado que la aplicación de inteligencia artificial y aprendizaje automático para desafíos tradicionales -como la planificación del emplazamiento urbano y el transporte modelado- puede mejorar el rendimiento y reducir costos. Por ejemplo, las herramientas de planificación urbana basadas en aprendizaje automático pueden ayudar a los desarrolladores a encontrar espacio utilizable adicional en una parcela determinada, mientras mejoran las características de rendimiento, como acceso a luz y espacio abierto.

En nuestros días, la gama de opciones para lograr un alto impacto en la infraestructura urbana es mucho mayor. Hoy existe una generación creativa y alcanzable de soluciones tecnológicas que pueden ayudar a enfrentar los desafíos actuales y aprovechar los fondos al máximo.

Para conocer más detalles de esta propuesta,  puede leer este artículo.