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CloudNube híbrida: cómo realizar una migración progresiva para obtener lo mejor del universo Cloud - BGH Tech Partner

27 agosto, 2020

Las ventajas que ofrece la Nube a nivel de agilidad,  escalabilidad y potencial futuro son tan contundentes, que hoy en día nadie duda de que migrar a un entorno Cloud es el camino para optimizar las operaciones e impulsar la innovación de las organizaciones. Particularmente a partir de las condiciones generadas por la pandemia de COVID-19, con su demanda de trabajo remoto. La Nube hoy permite crear entornos de TI modernos y capaces de dar sustento tanto a las operaciones como a los nuevos desarrollos de manera veloz, integrada y altamente automatizada. 

Una encuesta reveló que el 92% de las organizaciones tiene al menos “algo” en la Nube, y que el entorno Cloud ahora representa un tercio del gasto de TI, ya que una clara mayoría planea usar servicios en la Nube para más de la mitad de su infraestructura y aplicaciones. 

Por su parte, otro estudio examinó el futuro de las cargas de trabajo en la Nube y los impactos a largo plazo de COVID-19, y concluyó que la pandemia se convirtió en un poderoso catalizador para la rápida migración a entornos Cloud. La investigación encontró que antes de la pandemia el 35% de las cargas de trabajo corría en las instalaciones propias de las organizaciones, el 23% en Nube pública, el 25% en Nube privada y el 17% en una Nube híbrida. Pero según los encuestados, para 2025 estos porcentajes se ubicarán en 22%, 28%, 30% y 20% respectivamente. Es decir que en 5 años la Nube en su conjunto acaparará un 13% más de cargas de trabajo. 

No obstante, la realidad es que la migración de aplicaciones y datos a plataformas de Nube pública puede resultar complicada. Por ello hoy las buenas prácticas invitan a facilitar la transición “con configuraciones de Nube híbrida que combinan progresivamente funciones de Nube pública y privada”, tal como se explica en este artículo. Este esquema permite que las organizaciones aprovechen rápidamente los servicios de Nube sofisticados e incluso habilita a trasladar aplicaciones sensibles a la Nube pública sin interrumpir sus arquitecturas y operaciones de TI. 

Pública versus privada

Tal como argumenta la consultora McKinsey, las plataformas de Nube pública brindan a las empresas un fácil acceso a una amplia gama de servicios, desde almacenamiento básico y redes hasta ofertas innovadoras como análisis avanzado, aprendizaje automático y desarrollo de realidad virtual, con menús de servicios se amplían todo el tiempo. Pero muchas empresas dudan al tener que colocar información confidencial y aplicaciones propietarias en los centros de datos compartidos que impulsan las plataformas de Nube pública.

Las plataformas de Nube privada, en cambio,  tienen menos capacidades. Sin embargo pueden equiparse con algunas de las mismas funciones de automatización que las de Nube pública, para que las empresas puedan implementar rápidamente nuevas capacidades. Y además se les puede sumar controles de seguridad para proteger las aplicaciones y datos críticos. 

Hibridación progresiva

Para combinar las mayores capacidades y servicios de la Nube pública, con la mayor seguridad de la Nube privada, las compañías pueden adoptar un enfoque progresivo de Nube híbrida, que podría ser de la siguiente manera evolutiva:  

  1. Topología privada de front-up o back-hauling: enruta todo el tráfico a través de centros de datos privados e implementa aplicaciones parcial o completamente en la Nube pública. 
  2. Topología de frente público: también coloca las aplicaciones en la Nube pública, pero permite a los usuarios acceder a ellas directamente, con controles de seguridad y almacenamiento en Nube privada.
  3. Topología de Nube pública o de hoja limpia: coloca tanto las aplicaciones como los datos en la Nube pública. Se aplican controles de ciberseguridad de servicios de terceros.

Es decir que a medida que las empresas desarrollan controles de seguridad y capacidades de Nube más sofisticadas, pueden cambiar las aplicaciones de una Nube privada a otra híbrida con una topología de frente privado, luego a una topología de frente público y, finalmente, a una topología de hoja limpia. 

Para implementar estos modelos de Nube progresivos se sugiere seguir tres prácticas fundamentales: 

√ Estimar los costos de operar una configuración híbrida. 

√  Diseñar una secuencia manejable en la que migrar aplicaciones y almacenamiento a la Nube.

√ Configurar una unidad dedicada para migrar aplicaciones y almacenamiento utilizando prácticas ágiles y servicios automatizados. 

La migración a plataformas de Nube pública plantea desafíos reales. Pero éstos se pueden superar mediante la configuración progresiva de plataformas de Nube híbrida y teniendo en cuenta las tres prácticas descriptas con anterioridad. Al hacerlo las organizaciones podrán subir cada vez más cargas de trabajo al nuevo entorno, con riesgos controlados. Y  disfrutar de las ventajas innegables de la Nube.  

¿En su organización se manejan con un enfoque de Nube híbrida? ¡Lo invitamos a contar cómo hicieron la evolución!